lunes, 12 de abril de 2010

UN MALTRATADO, PERO FIEL CARRETE, PARTE 1



Cuando vi aquel maltratado carrete Ambassadeur 6501 C3, no quería creerla. Llevaba varios años abandonado. Se apreciaba claramente que después de su último uso no había sido limpiado. Todavía conservaba el nylon de su última jornada, pero también las huellas de su caída en la arena.

Múltiples arañazos y peladuras reflejaban su calidad de soldado de mil batallas.

No obstante, la última batalla la perdió …..

….. Su dueño no quiso seguir luchando.

Y quizás por eso, decidí que este carrete debía superar el abandono y volver a pescar un lenguado como lo hizo antes.

Partí por un lavado con agua tibia, con lo cual logré sacar parte de la arena que tenía y diluir la sal que pudiera estar incorporada al metal. No es mucho lo que saqué, ya que el mecanismo seguía trabado.

Nunca me había atrevido a desarmar completamente un carrete de este tipo, ya que presenta muchas piezas móviles y varios resortes. Pero no tenía alternativa, por lo que previamente bajé de Internet el plano de las piezas del carrete y me puse manos a la obra.

Componentes principales de carrete Ambassadeur


El eje del mecanismo del devanador de la línea presentaba arena en su interior, por lo que tuve que desarmarlo completamente. El eje de la bobina y su mecanismo, no presentaban problemas, ni estaban sucios.

No obstante, el mecanismo de liberación de la bobina estaba muy forzado, por lo que debía urgentemente desarmarlo.

Ya al desarmar el sector opuesto, habían salido volando unas piezas, por lo que ésta vez el desarme fue muy cuidadoso.

Todos los componentes son de acero inoxidable, o de resina. De otro modo, no me explicaría cómo al interior, casi no presentaba huellas de corrosión.

Me sorprendió la cantidad de grasa que tenía el mecanismo. Si bien no era la más apropiada y también era claramente excesiva, había protegido el mecanismo ya que la arena presente se limitaba al borde. Una extracción del exceso de grasa y de la grasa contaminada permitió un primer armado. Por falta de tiempo, no quise lavarlo completamente y eliminar así toda la grasa, tarea que dejé para la próxima …..

Pero no podía ser tan fácil ………………. si bien la manivela giraba, la bobina permanecía inmóvil.

Armé y desarmé no sé cuántas veces hasta darme cuenta que una pieza estaba mal puesta y la duda es si la pieza siempre estuvo así, o fui yo quien la armó mal. Menciono esto porque el dueño anterior lo desarmó para echarle la grasa que por la calidad y cantidad, no eran de fábrica.

Pensándolo bien, al final me sirvió para conocer mejor mis propios carretes y ser capaz de hacerles una mantención o reparación de cualquier tipo.

Pero eso ya no importaba. Era necesario ahora probar el carrete con carga, para lo cual cargué la bobina con multifilamento de 0,32 mm, que pedí prestado de otro carrete.

Programé entonces una salida para el Sábado 10 de Abril.

Sin ni siquiera consultar como suelo hacerlo, partí de madrugada hacia Caleta Totoral.

El espectáculo que presencié al llegar, me dejó helado.

Una playa que normalmente tiene una pequeña ola, ahora se asemejaba a Hawai, con olas de más de un metro, que golpeaban directamente en la orilla, elevando el agua por la pequeña duna en varias ocasiones hasta llegar a la Laguna.

Vista de duna desde La Laguna de Caleta Totoral. Detrás de la duna está el mar. Se aprecia claramente la mancha que dejó una reciente ola.


No obstante, el porfiado igual traté de pescar, pero varias olas que intentaron llevarme a conocer a Poseidón, facilitaron mi decisión.

Sería todo…. Y no eran más de las 9 de la mañana.

Decidí entonces conocer la playa de Bahía Salada, 30 Km más al Norte. Y cuando llegué a pesar que el mar no me pareció tan malo, numerosas boyas al borde de la playa reflejaban claramente que la marejada también había pasado por esta playa.

Armé nuevamente mi equipo y el Ambassadeur 6501 C3 me recordó rápidamente que era un carrete para zurdos, situación que al principio me incomodó, pero que después hasta me gustó. El lance fue inferior a aquel de mi carrete Ambassadeur 6500 A, situación que podría explicarse en el tipo de grasa y a algún posible desgaste del eje, aunque me pareció que a medida que lanzaba, el eje de la bobina se iba soltando.

No conocía esta playa, pero me pareció extrañamente plana, sin ningún pozón a la vista.

Intenté del medio hacia el Norte sin resultados. Y después del medio hacia el Sur, igual Pascual.


Era lógico, con el mar tan malo, los lenguados seguramente se resguardaban más adentro, buscando más la protección que la alimentación.

Ya a punto de emprender la retirada, y casi al frente del vehículo, lancé por última vez y recogí lentamente. Y de pronto, un tiritón en la línea me recordó que el mar no estaba estéril …..

Como había sacado hartos huiros, sin mucha fe hice la pausa acostumbrada, para luego clavar.

Y sentí inmediatamente la inconfundible lucha de un lenguado que oponía tenaz resistencia al otro lado de la línea.

Fue una pelea corta pero bonita, y la satisfacción diría que fue más allá de la pesca, porque la motivación que me hizo arreglar el carrete, cargar la línea y obstinadamente querer pescar algo, con las peores condiciones que haya visto, creo no fue de este lado …..





Bonito lenguado pescado con carrete Abu Ambassadeur 6501 C3, después de una mantención básica

Algunas personas sienten que las cosas quedan cargadas con algo de sus dueños.

Y creo que esa podría ser la explicación del por qué levanté aquel lenguado de 35 cm hacia el firmamento, y lo dediqué a alguien que no conocí, que todavía quizás ande vagando por la inmensidad espiritual tratando de encontrar una playa que le de tranquilidad …..

Creo que después de tanto tiempo sin pescar, tampoco se habría enojado porque devolví el lenguado ….



Jorge Thomas
Fotografías y crónicas