lunes, 14 de marzo de 2011

PESCANDO LENGUADOS EN LA PLAYA GRANDE DE HUASCO : Colaboración de Patricio Cortés-Monroy




Por estar cerca del pueblo y tener fácil acceso, la Playa Grande es una playa muy visitada por la gente de Huasco, para descansar, bañarse, jugar a la pelota, o simplemente mirar. Por lo mismo, podría asociarse con contaminación de la playa, de las aguas y en consecuencia nulas posibilidades de pesca. Nada más lejano a la realidad, incluso yo mismo he visto corvinas coleando en medio de los bañistas. Situación que cuesta comprender es que la gente no las vea, pero ahí es donde los pescadores debemos tener claro cuál ha sido nuestro proceso de aprendizaje, no tan solo el aprender a encarnar el anzuelo, a lanzar, o a elegir la mejor parte de la playa, sino que además hemos aprendido a tener un ojo entrenado que se dé cuenta de cualquier alteración en la superficie del agua. Otra situación especial es que en general la zona sur de la Playa Grande es más bien plana, por lo mismo muy apta para bañarse. La zona Norte sin embargo presenta una buena cantidad de pozones, especialmente a partir del sector llamado “Trecho Verde” hasta la el final de la playa, pasado la desembocadura del río Huasco hacia el Norte.



Playa Grande en sector del Faro, en general se observa plana


El experimentado pescador Patricio Cortés-Monroy visitó hace poco la zona Norte de la playa y nos relató su experiencia, que transmitimos a continuación para nuestros lectores : "El 16 de Enero pasado decidí ir a pescar al final de la Playa Grande. El día antes le había preguntado al conocido “Pestaña” que lugar me recomendaba, y me indicó que pasado la desembocadura hacia el Norte. Partí rumbo a Punta Blanca, donde dejé el vehículo. A continuación trepé las dos dunas que separan el camino de la playa. Cuando finalmente llegué a la cumbre de la última duna, estuve tentado en intentar en la pequeña playa de Punta Blanca, la siguiente de la Playa Grande hacia el Norte. No obstante, mi intuición me llevó directo hacia el otro lado, el final de Playa Grande. Como ya eran pasadas las 09:30 horas, me apuré en bajar y me instalé a unos 50 metros del final de la playa, frente a un bonito pozón, que se destacaba por su intenso color verde y porque las olas al llegar a esa zona se diluían, creando una leve turbulencia en la superficie.

Hice un primer lanzamiento y al instante sentí una tomada mientras recogía, hice la debida cuenta hasta 30 y clavé, pero no había nada. Tal vez fue un huiro, pensé, pero volví a lanzar al mismo lugar. Mientras recogía, sentí un peso en la línea y solté el freno. Esta vez sí que tenía que ser un lenguado. Bajé la puntera y conté hasta 30, tensé levemente la línea y clavé.

Esta vez si que había un lenguado. No muy grande, pero igual salvaba el almuerzo. De unos 40 cms, resultó ser más chico que lo que parecía por la lucha que dio.

Donde hay uno, hay otro dicen, por lo que volví a tirar a la misma zona. No alcancé a recoger mucho, cuando sentí una violenta picada y una corrida hacia adentro. Este era grande, no había dudas …. Conté nuevamente y tensé con cuidado la línea, no podía cometer ningún error. Cuando clavé, sentí inmediatamente que era un lenguado grande. Me costó más de 15 minutos sacarlo, aprovechando varias olas consecutivas, y sin perder la tensión de la línea en ningún instante, me armé de paciencia hasta que lo saqué. El “Rene”, que andaba pescando corvinas un poco más allá, se acercó para ver mi captura y aproveché para inmortalizar en una foto la extraordinaria pieza."



Patricio Cortés-Monroy con una excelente pieza de 5 Kg, capturada al final de Playa Grande.


Reportaje : Jorge Thomas

Fotografías digitales : Jorge Thomas - "Rene"

Relato : Patricio Cortés-Monroy





Nota del Editor : Esta es la primera colaboración de una serie de reportajes que reflejen las experiencias de nuestros lectores. Esperamos publicar próximamente otros reportajes.

Editor : Jorge Thomas