Origen de las olas
Las olas son ondulaciones del agua del mar producidas por el viento que sopla sobre su superficie. Basta que existan vientos superiores a 3 km/h, para que se generen pequeñas olas. En las olas no hay traslado de agua, sino sólo un movimiento oscilatorio. Esto se puede notar al flotar un objeto en el agua lejos de la playa: se percibe la onda, pero no se desplaza del lugar. Diferente es cuando la ola llega a la orilla y "revienta"; ahí penetra unos cuantos metros en la playa o choca contra rocas. En las playas se puede observar la rompiente de la ola. Esto se debe a que la base de la ola ve interrumpido su avance de forma cada vez más creciente a medida que la profundidad disminuye; llega a un punto en donde la ola se hace inestable, y cae hacia adelante generando la rompiente. En estos casos, la ola "siente el fondo" cuando la profundidad del océano es la mitad de su longitud de onda, por ejemplo, si la longitud de onda es de 10 metros, la ola sentirá el fondo a los 5 metros de profundidad.
Fuente: Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA)
Aspectos de una ola
Fuente: Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA)
En una ola se distinguen los siguientes aspectos:
Cresta y seno de la ola :parte superior e inferior respectivamente de la onda
Altura de la ola : diferencia entre la cresta y el seno
Longitud de la ola : distancia entre dos senos o dos crestas
Velocidad de la ola : tiempo entre el paso de dos crestas en un mismo punto
Efectos de las olas
La permanente ondulación del mar provocada por el viento tiene numerosos efectos, tanto en la costas como para los navegantes y deportistas.
Efectos de las olas en la costa
Fuente: Editorial Vicens Vives
El constante movimiento de las olas provoca una fuerte erosión en la costa por la fuerza y persistencia con que es azotada por el agua y los materiales que ésta arrastra. Las olas de agua profunda no están influenciadas por el fondo del mar y se desplazan a mayores velocidades. Las olas costeras sí lo están, ya que la menor profundidad le obliga a disminuir la velocidad, haciéndolas crecer en altura y descargar su energía contra la costa. Las costas, en general, presentan numerosos accidentes geográficos, tales como penínsulas, puntas y promontorios rocosos, que las olas tienden a emparejar; el oleaje modifica permanentemente la configuración de la costa al recibir el continuo golpeteo por parte del mar.
Dependiendo del viento, en especial su velocidad y su duración, el mar puede estar en completa calma o llegar a un estado huracanado con olas enormes. La velocidad del viento se expresa en "nudos"; un nudo equivale a una milla náutica (1.852 metros) por hora. Con un viento inferior a un nudo, el mar no tiene olas, su aspecto es "como espejo", pero, a medida que aumenta la fuerza del viento, las olas crecen. Así por ejemplo con vientos sobre 11 nudos hay "marejadilla" con olas de más de medio metro de altura; sobre 22 nudos hay "mar gruesa" con olas que pueden llegar a los cuatro metros; y con la fuerza máxima del viento, de más de 64 nudos, el estado del mar es huracanado y las olas pueden superar los 16 metros de altura.
Efectos de las olas para los deportistas
El relieve de la plataforma continental, próximo a la línea de costa es el principal factor en la formación de rompientes de olas o "breaking waves". Además, junto con la velocidad y dirección del viento configuran distintos tipos, donde destacan la rompiente en voluta y en derrame.
La costa está permanentemente afectada por corrientes litorales, las que pueden tornarse peligrosas para los bañistas. Es el caso de la "resaca" que es una corriente desde la playa hacia adentro del mar, conteniendo gran cantidad de arenas en suspensión debido a las turbulencias que presentan. Donde el mar presenta una cantidad anormal de espuma cerca de la playa, es un indicador de la presencia de estas corrientes. Hay playas donde el mar aparenta ser poco peligroso, sin embargo puede presentar turbulencias, generalmente acompañadas de remolinos. Por eso es importante internarse en forma controlada y sólo en playas previamente conocidas.
Son precisamente los sectores de fuertes corrientes, los llamados "correntones", los que debemos ubicar en la playa. En ellos habitan y circulan los peces de características predatorias, que se alimentan de pequeños peces y crustáceos de orilla, como sardinas, pejerreyes y pulgas de mar.
Las corvinas circulan por los correntones en busca de las pulgas de mar, que encuentran escarbando muy cerca de la orilla. Otros ejemplares prefieren esperar más adentro el paso de pejerreyes o sardinas.
Los lenguados, a pesar de su apariencia, suelen desplazarse bastante, dependiendo de las condiciones de alimentación que encuentren en las playas. Y cuando entran a la playa, se alojan en los sectores donde circula mayor cantidad de alimento, esto es precisamente en los sectores de mayor corriente, escondiéndose en los canalones, o en pozones en los que se camuflan esperando que pase algún despistado pejerrey.
Para que una playa se pescable deben darse condiciones de oleaje adecuadas. Un mar malo, es decir aquel que provoque fuertes turbulencias y el período de las olas no sea ordenado, provocará un desplazamiento de los lenguados más adentro de donde se inicia la ola.
2 comentarios:
primero que nada nos gustaria sdecir que esta infomación nos sirvio de pelos mi amigui sharon stone y yo Brock Sheil pasamos de la ignorancia plena a la sabiduria inmensa ja,aja, ahhh, ja,ja
mm ggggggggg pppppppzzzzzzzzzznose
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