viernes, 26 de septiembre de 2008

¿POR QUÉ NO CON MOSCA?



Cuando se tienen años dándole a la pesca con mosca, siempre se anda buscando la aplicación. Y ahora que tengo el mar al lado, que mejor que aplicar las técnicas postergadas.


Si bien, con el equipo liviano que tengo todavía no me resulta, tarde o temprano le voy a apuntar. Y mientras tanto, sigo haciendo algunas moscas de mar, hasta que me consiga una caña más firme, de acción más rápida y una línea de mar, o hasta que encuentre a alguien que pesque en bote.
Pero, teniendo en cuenta las limitaciones del equipo, voy a hacerle caso a mi amigo Waldemar e intentar mosquear en el canalón, o escalón que se forma en la mayoría de las playas. De ahí les cuento ...


Pensando siempre en los lenguados, diseñé algunas moscas que parecieran un pejerrey. Es así como dí con esta mosca, que tiene un notable parecido con el pejerrey de mar y que llamé "Mylar kingfish".




Siguiendo la línea del patrón de mosca de mar "Lefty Deceiver", introduje algunos cambios para dar con estos modelos en base a fibras sintéticas y flashabou y que denominé "Pejerrey Deceiver"







Y, finalmente, queriendo imitar una sardina, o algún pez parecido, armé esta mosca en base a pelos, fibras sintéticas y flashabou


¡¡¡¡ AHORA, HAY QUE SALIR A MOJARLAS !!!

lunes, 30 de junio de 2008

EL HOMBRE DE LOS CONCHALES


En artículos anteriores hemos tratado el tema del poblamiento de América (http://clubdepescapiranhas.blogspot.com/2008/02/origen-de-los-primeros-habitantes-de.html) y del asentamiento de los primeros habitantes de la costa chilena (http://clubdepescapiranhas.blogspot.com/2008/02/los-primeros-pescadores-de-chile.html).

En primer lugar, cabe hacer la aclaración que a pesar que los habitantes de la costa que se dedicaban principalmente a la pesca fueron denominados genéricamente como Changos, en realidad pertenecieron a diferentes etnias, que aprovecharon los recursos marinos mediante el desarrollo de tecnología específica. De hecho la denominación Chango significa "hombre de los conchales" y reúne a todas aquellas comunidades que apilaban los desechos en un lugar específico.

Por otro lado, a diferencia de otras regiones, como las Primera y Segunda por el Norte, y las Séptima, Octava y Décima por el Sur, en la zona de Huasco no existe un programa de investigación arqueológica. Siendo esta una zona muy rica en sitios arqueológicos costeros, tal acción se traduce en la proliferación de personas que explotan económicamente los hallazgos personales, con el consecuente daño al patrimonio histórico.

En la zona de Huasco, los Changos se dedicaban principalmente a la pesca de orilla, la recolección de mariscos y también a la caza del Guanaco. Esta afirmación puede hacerse a partir de los testimonios arqueológicos encontrados en la zona, como anzuelos, puntas de flecha y herramientas de hueso.

Recientemente, he tenido acceso a elementos que reflejan el grado de tecnología alcanzado por los Changos. Dada la abundancia de puntas de flecha construidas a partir del manejo de rocas con herramientas para producir cantos filosos, junto a anzuelos y “plomadas”, reflejan que los primeros habitantes aprovechaban tanto la riqueza marina, como la presencia de guanacos que circulaban por las quebradas.

Como testimonio del grado tecnológico alcanzado por los Changos en el ámbito de la pesca, destacan dos armadas de pesca constituidas por anzuelos de cobre nativo y plomadas de roca, sorprendentemente parecidas a las que utilizamos hoy.

Armadas de pesca constituidas por anzuelos de cobre nativo trabajado y plomadas de roca labrada.

Detalle de plomada, fabricada de roca. Nótese el cuello labrado para la amarra.


Anzuelos de concha de Cholga. A la izquierda, proceso de corte. A la derecha, anzuelo terminado.


Cabe destacar también la preciosa gama de puntas de flecha, construidas de basalto, dacitas, e incluso de cuarzo.

Diversos tipo de puntas de flecha. Nótese las dos inferiores, construidas a partir de cuarzo.

En basurales dejados por asentamientos humanos paleolíticos de más al Norte, comúnmente llamados conchales, se han encontrado evidencias de que se alimentaron de corvinas, lenguados, jureles, merluzas y sargos. En mariscos, se han encontrado restos de locos, choritos, almejas y machas. En mamíferos se han encontrado restos de guanacos.

Han pasado miles de años y hoy aprovechamos los mismos recursos naturales que utilizaban los Changos, incluso todavía existen aquellos inescrupulosos que organizan caza de guanacos. La costa chilena tiene que ser demasiado rica, porque ha soportado hasta hoy la presión del hombre, sin cuidar ni proteger nada. Prohibir no significa proteger, si no existe un control asociado a tal prohibición.

Ojalá que alguna autoridad se ilumine y decida preservar la historia primitiva, que permita reconstruir los primeros pasos de aquellos grupos humanos que aprendieron a sobrevivir, desarrollando su propia tecnología para explotar los recursos naturales.

Por último, actualmente se utiliza el término "Chango" en forma despectiva y hasts como insulto. No obstante, si a algún Huasquino le dicen "Chango", seguramente responderá, a mucha honra....

sábado, 21 de junio de 2008

CUANDO LAS CORVINAS NO QUIEREN...

Playa Tontonado, sector denominado "Las Corvinas", una excelente oprtunidad para las "cola amarilla"



A muchos de nosotros nos ha pasado que sobre todo en estos meses de invierno, esperamos que el mar mejore y seguimos esperando, y cuando se nos presenta la oportunidad, emprendemos el rumbo a la Playa, detrás de la especial corvina, o "cola amarilla" como le decimos aquellos que les tenemos un especial aprecio.



En mi caso, el aprecio y la consideración es casi como el que les tengo a las truchas; con la diferencia que a las truchas las devuelvo al río, y con las corvinas, no se puede.

Se presentó la oportunidad el Sábado 14 de Junio pasado, día en que después de unos días muy malos, el mar misteriosamente se arregló. Decidí entonces partir rumbo a Los Bronces, sector que me parece es de lo mejor que existe en Huasco para las corvinas, porque a diferencia de otros lugares, en los que entran y salen, aquí, siempre hay.

Los Bronces, sin embargo, no es muy visitado, básicamente porque el camino es muy malo y porque las playas están abiertas al viento, de modo que un día en que haya un viento moderado en otra playa, aquí será fuerte. Además, si el mar está malo, no hay ninguna otra alternativa que devolverse a Huasco.

No obstante, partí aquel Sábado muy temprano, porque la llena era a las 7 de la mañana. Recorrí los 62 Km desde Huasco en 45 minutos y seguí con la camioneta hasta la Playa Tontonado (o Huevonado, como fue rebatizada recientemente), instalándome en el sector de "las corvinas", una playa de gran pendiente y orilla de bolones, en la que la resaca hace sonar las piedras cuando las arrastra. A pesar que tiene bolones en la orilla, presenta sectores de arena más adentro, aunque tiene mucha traba en el fondo.

He visto sacar en esta playa corvinas con chispa de metal blanco, y con nape. Precisamente cuando llegué, habían tres pescadores de Huasco; el "pestaña", el "pelao" y el Misael, que viven de la pesca. Me contaron que habían llegado el día antes en la tarde y habían acampado en la playa, pescando entre otras una corvina de 10 Kg, una de 8 Kg y varias de entre 2 y 3 Kg. La carnada utilizada fue el nape, que sacaron en Huasco y utilizaron hasta que se les acabó.

Me contaron que la mejor pesca la hicieron en la "piedra del auto", una playa ubicada unos 500 metros al Norte, con orilla de piedras, pero con un gran sector de arena hacia el norte.

Los dejé ahí y con la seguridad que habían corvinas, continué a pata hasta la "piedra del auto", y me ubiqué en el sector con más arena, en un correntón que prometía. Estábamos con el mar bajando cuando al frente mío, divisé una cola, a no más de 5 metros de distancia. Empecé lanzando mi rapala blanca con cabeza roja, seguí con la pejerrey, continué con la sardina y terminé con la amarilla con lomo celeste.

No pasó absolutamente nada. A diferencia de otras veces, en que puede que no anden corvinas, ahora tenía la certeza que si andaban, y circulaban por donde mismo iban dirigidos mis lances. Frustrado por el resultado, decidí lanzar más lejos, por lo que cambié a chispa, tampoco capturando nada. Seguí viendo colas y algunos lomos, pero no hubo caso. Hasta les tiré una mosca de mar por si acaso, pero no...

Entonces, cabe cuestionarse, ¿es la corvina que no quiere, o es el pescador, que no sabe?.

Humildemente, pienso que hay más de lo segundo que de lo primero. Pero, ¿cómo se resuelve el tema?. ¿Qué hay que hacer para convencer a las corvinas para que tomen el señuelo?

Me parece que la respuesta a esa pregunta la da la experiencia.........

................Y espero tenerla pronto.

Mientras tanto, las corvinas pueden tomar vacaciones....

domingo, 6 de abril de 2008

FEBRERO DE 2008 : MI RECORD CON EQUIPO LIVIANO

Como muchos deben saber, a las corvinas les gusta el mar más bien revuelto, con bastante oleaje. Los pescadores buscamos la picada en algún correntón espumoso que nos permita el engaño.

En la zona central, la pesca de corvinas fue bastante esquiva para la mayoría de los fanáticos que conozco, por lo que los resultados de cada salida, si no era un paseo, no pasaba más allá de dos piezas de uno, o dos Kilos como máximo, y esto desanima a la mayoría

Con toda esta mochila de malas experiencias, decidí enfrentar una vez más el mar. Era uno de esos días de verano, en que las playas están repletas de pescadores domingueros y bañistas. Después de verificar por internet las condiciones del mar, tomé una decisión nada fácil: salir tras las corvinas con el mar muy calmo, con el agua clarísima y olas apenas de 5 pies (1,50 m). Todos estos antecedentes hacían aún más difícil la tarea propuesta para el señuelo artificial elegido.

No obstante, el instinto pudo más y partí rumbo a Pichicuy, ubicada a unos 170 kilómetros al norte de Santiago; una hermosa playa de arenas claras y famosa para la pesca de corvinas.

Por suerte, al llegar a la distancia se veían algunas olas y un hermoso pozo hacia la parte sur, estimulante para cualquier pescador que lo viera desde la carretera.

Playa de Pichicuy, vista desde la carretera

La marea alta estaba señalada para las 14 horas y tomé la decisión de irme temprano. Antes de las 9 hrs ya estaba dando caña, porque según mi experiencia no solamente cuando sube la marea entran a la playa las corvinas, sino que he visto algunas más bien flojitas, que no gustan de los correntones, ni de los azotes del repunte de llena y se quedan por ahí donde la profundidad les permita evolucionar de lado a lado y de vez en cuando alcanzar algún bocado de pulga del fondo. Por este motivo, quise innovar con esta modalidad de pesca a fondo con un artificial llamada plumero (jig, en inglés) con un peso de 1,5 oz. (45 grs), el que se recoge con tirones y recogida para darle vida y provocar el ataque.

Una vista más cercana de la Playa de Pichicuy

Fui recorriendo los pozos uno a uno en forma sistemática, analizando la corriente para saber hacia donde iría a parar la comida, y en este pozo en el lado sur, la corriente desplazaba el señuelo al centro del pozo. Recojo rápidamente y me imagino que la corvina está esperando al otro lado contra la corriente.

Sigo intentando y como a las 10:15 hrs coloco mi señuelo justo ahí entre las dos olas; dos golpes de puntera para hacerlo nadar y un golpe al señuelo como ataque, luego otro golpe de puntera y un trancazo feroz que dobla la caña y deja sonando la chicharra del carrete, mientras miro impresionado como salen los primeros 100 metros de multifilamento y la corvina se queda en el correntón detrás de las olas sin poderla acercar.

Un rato después logro acercarla, sin embargo una segunda carrera la hace perderse nuevamente detrás de las olas. Unos minutos de pelea y rendida sale a flote entre las olas, al verla, mi sorpresa fue tan grande como la captura. La acerqué con cuidado a la orilla y la levanté discretamente para que los demás pescadores no se dieran cuenta y la llevé al cooler.

Extraordinaria corvina de 8,750 Kg, pescada con equipo liviano y señuelo "jig"

La pesca ya estaba hecha, así que enfilé rápidamente a Papudo para llegar al almuerzo de domingo junto a mi familia.

Lo más increíble de esta aventura fue haber confiado en un señuelo que había usado muy poco aunque me había dado unos tres lenguados de hasta kilo y medio, no lo había mojado nunca buscando corvinas; además, en varias oportunidades se lo había prestado a mis amigos y ni siquiera lo habían mojado. Pese a mi práctica de años, esto me ha dado una nueva y buena lección en lo referente a la confianza que debemos tener en nuestro equipo y señuelo para poder vencer los paradigmas de nuestro hábito ante la adopción de nuevas técnicas.

Acercamiento a la corvina y detalle del señuelo utilizado.

Señuelo "Holographic Bucktail Jig"

La pesca de la corvina produce las mayores satisfacciones así como las más grandes derrotas. La picada violenta de este pez y sus escapadas que parecen interminables, a veces las logramos en sectores de tan sólo 30 cm. de agua; otras veces lanzamos ahí donde nos tinca y podemos hacer una gran captura. Pero la búsqueda y su captura no es para cualquiera; todas son el resultado de largas jornadas de pesca, cientos de kilómetros en carretera, miles de lanzamientos de nuestro señuelo sin perder el aliento ni el entusiasmo y muchas salidas de pesca en que ni siquiera las corvinas andan por la costa.

La lectura del agua en el mar, imaginar el fondo y dónde se encuentran estos peces son el resultado de años de práctica, con muchas derrotas, pero también con golpes de suerte en el momento menos pensado.

Buena suerte amigos,

Waldemar Jacobsen

Nota del Editor :
Este artículo ha sido escrito por nuestro amigo Waldemar Jacobsen y retrata en forma extraordinaria la pasión de la pesca de corvina con señuelos innovadores y equipo liviano.

El señuelo utilizado es el "Holographic Bucktail Jig" y más que un señuelo clásico de mar, está mas cerca de una mosca de mar. Está construido en base a un cuerpo que le otorga el peso y a una densa cola de pelos de ciervo adornada con fibras de material holográfico. De acuerdo a indicaciones de Waldemar, el mejor color del señuelo es amarillo y blanco.

lunes, 10 de marzo de 2008

INESPERADO ENCUENTRO CON UN CHUNGUNGO



Una vez más el mar estaba malo y de regreso de Playa la Laguna decidí pasar a Quebrada Honda, donde el mar estaba todavía más revuelto. En la playa, ni pensar en lanzar, por lo que decidí ir a las rocas, a las que hay que acceder bajando un empinado sendero.

Montado en una roca que tiene acceso hacia adentro pero también hacia la playa, intenté vanamente pescar algo, pero no había nada salvo las jaibas, que picaban viloentamente. Ese era el mejor indicio para saber que no andaba ningún predador cerca.

Después de innumerables picadas de jaibas me aburrí y empecé a mirar la dinámica de las olas. Apenas después de la pleamar el mar se puso más violento sobre todo cerca de la roca donde me encontraba. Decidí en consecuencia emprender el regreso.

Y en eso estaba cuando divisé muy cerca una silueta oscura que nadaba hacia mí. Es un lobito de mar pensé, cuando de pronto frenó con sus patas delanteras bien abiertas y asomó su cabeza.

Era una nutria de mar, o chungungo según los antiguos Chinchorro, que se mantuvo en suspenso mirándome a no más de diez metros de distancia para enseguida sumergirse en completa calma. Fue un minuto de comunicación entre dos especies tan diferentes que además salvó el viaje, y el aburrimiento.

No obstante este extraordinario encuentro, este mamífero acuático está en peligro de extinción, precisamente por su curiosidad. Dada la importancia que tiene la recuperación de esta especie, a continuación doy a conocer unos importantes antecedentes de su comportamiento y de su morfología.

HABITAT y VULNERABILIDAD

En Chile, habitan dos especies de nutrias de mar : el Chungungo (Lontra felina) y el Huillín (Lontra provocax). Mientras el Huillín habita la zona Sur, desde la XI Región al sur, el Chungungungo habita la zona costera rocosa desde el Norte de Perú hasta el Cabo de Hornos.

El Chungungo habita los bordes costeros de Chile y suele internarse en tierra hasta no más de 30 metros de la costa. Aunque suele verse en sectores con playas de arena, sus madrigueras están asociadas a las galerías naturales existentes en el borde rocoso en contacto con el mar, lo que les permite un ingreso al agua, o una salida de ésta en forma protegida.

Las densidades de población del Chungungo entre Chañaral y Yerbas Buenas se observa entre 1 ejemplar/Km hasta 2.5 ejemplares/Km (año 1982).

Si bien investigadores Ferreira 1979) han sugerido poblaciones de no más de 1.000 individuos, las densidades por Km de costa sugieren que pueden existir poblaciones de más de 5.000 individuos.

No obstante, en particular el Chungungo, y en general todas las nutrias marinas de Chile, están en riesgo de extinción y han sido incorporadas como tales en el Libro Rojo de los Vertebrados Terrestres de Chile (1993), el Chungungo está clasificado como especie "vulnerable", en tanto que el Huillín está clasificado en la categoría de "en peligro".

Estudios más recientes del Conama (1996) clasifican al Chungungo como "vulnerable" entre la I y III Región y entre la VIII y la XI Regiones. En tanto entre las Regiones V y VII Regiones está clasificado "en Peligro".

En Chile está absolutamente prohibída su captura.


ALIMENTACIÓN

El chungungo en cuanto a su alimentación, es bastante adaptable y dependiendo de las facilidades de captura, varía la distribución de su dieta entre peces; crustáceos y eventualmente hasta pequeñas aves y ratas. La importancia de los peces en su dieta es del orden de 80%, en tanto que la alimentación de crustáceos es de más del 15% y de moluscos un 5%.

En la zona Norte, los Chungungos se alimentan temprano en la mañana, decreciendo la actividad a partir del mediodía y retomándola en la tarde. Suelen alimentarse solos y los grupos, de no más de 3 individuos, están asociados a una madre y sus crías en etapa de aprendizaje.

El ejemplar del relato precedente fue avistado a las 16 horas del 8 de Marzo de 2008.


CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL CHUNGUNGO (MORFOLOGÍA)

Cabe mencionar primeramente que el Chungungo es la especie de nutria marina más pequeña del mundo. También es el mamífero acuático marino más pequeño, alcanzando tallas de 70 a 80 cm de cuerpo y hasta 1 metro con la cola incluída.

De pelaje beige oscuro en el dorso y beige claro en la zona ventral, presenta una piel adaptada a la aislación del agua, con un pelo externo largo de hasta 20 mm (fur) y un pelo interno muy fino tipo pelusilla (underfur) que cumple la función de la aislación.

Sus patas son cortas y sus garras fuertes. Presenta una membrana interdigital, adaptación que le otorga sus condiciones de extraordinario nadador. Las palmas de sus patas son la única zona no cubierta de pelos, en la cual presenta callosidades de cuero de color negro.

Desde tiempos inmemoriables, al Chungungo poularmente se le conoce como "gato de mar" o "gato marino" y su nombre científico (lontra felina) incluso da debida cuenta de ésto.

INTERACCIÓN CON EL HOMBRE

La curiosidad del Chungungo es la principal debilidad de la sustentación de la especie. En el mismo Huasco habita una pequeña colonia que suele interactuar con la gente, ya que ésta eventualmente los alimenta.

No obstante su prohibición de captura, y el riesgo de extinción de la especie, todavía existen personas que pretendiendo ignorar esta disposición, los cazan por su piel y hasta lo cuentan como logro.

Existen numerosas documentaciones de nutrias que han sido criadas por el hombre, sea porque se las llevaron como mascotas como porque las rescataron en mal estado. No obstante, no es aconsejable criarlas para después dejarlas que se adapten al medioambiente por sí solas. La sola presencia en su vida del hombre los llevará a confiar en éste más allá de lo aconsejable.

Y aunque no quisiera contarla, en mi búsqueda por internet, me topé con una historia al respecto a la que pueden acceder a través del link http://animalweb.cl/historias/chunguito.htm

Por último, si bien es cierto que la nutria de mar está protegida, no ocurre lo mismo con su habitat, que es intervenido cotidianamente, obligando a esta especie a emigrar a otras zonas más apropiadas, .............................................................. o a morir en el intento.

domingo, 24 de febrero de 2008

LA VISIÓN DE LOS PECES



En toda la escala evolutiva hay un elemento que se repite reiteradamente y que parece haber sufrido muy pocas modificaciones desde sus orígenes. Ese elemento es el ojo.

De hecho, hay muy pocas variaciones entre el ojo humano y el ojo de un pez. Pero aquellas diferencias existentes son interesantes de analizar.

La primera diferencia notable es que carece de párpado, lo cual hace que el pez no pueda dejar de ver los elementos que lo rodean aunque lo quisiera.

La segunda diferencia la establece el iris. En los humanos funciona como el diafragma de una cámara fotográfica de modo que permite una mayor o menor entrada de luz para equilibrar las condiciones diversas. El iris humano se contrae o dilata con esa finalidad. En la mayoría de los peces el iris tiene una abertura fija incapaz de adaptarse a los distintos niveles de iluminación. Por lo tanto los ajustes necesarios se realizan por medio de los fotorreceptores, que son células especializadas sensitivas a la luz, ubicadas en la retina.

Al igual que los ojos humanos, los del pez están equipados con células bastón y células cónicas a nivel de la retina. Las células bastoncillos son los fotorreceptores para poca iluminación y las células cónicas son receptoras para condiciones de luz intensa (digamos “luz diurna”). Como límite entre luz intensa y luz débil se podría establecer la que emana de una lámpara de 25 wats. Es decir que unas u otras células dejan de actuar cuando la iluminación llega al límite mencionado.

Esquema comparativo entre el ojo de un pez (izquierda) y humano (derecha).

C. Cornea;
I. Iris;
L. cristalino;
CM. músculo ciliar
lg. Ligamento;
M. Músculo retractor del cristalino; S. Esclerótica;
ON. Nervio óptico;
R. Retina


¿Cómo cambia de foco el ojo de un pez?

A. El músculo retractor del cristalino
(M) está en posición de descanso, mientras que el cristalino
(L) está enfocando objetos cercanos.
B. El músculo se contrae atrayendo el cristalino hacia la retina, enfocando los objetos más lejanos


Analizados desde el punto de vista humano, muchas especies son miopes o cortas de vista. Esto presupone que cuando el pez descansa, sus ojos toman una posición que les permite visualizar con mayor certeza aquellos puntos cercanos, cosa muy importante porque la mayoría de las aguas son turbias o poco iluminadas y de nada serviría tener visión a larga distancia cuando el peligro sólo puede verse a distancias cortas. Lo mismo ocurre con las presas, las cuales estando suficientemente cerca y bien enfocadas, permitirán un rápido movimiento para comerlas. Es decir que la miopía en los peces tiene un sentido y una utilidad práctica.

El ojo humano tiene la habilidad de modificar la distancia focal de una visión lejana a una próxima tan sólo con modificar el ancho del cristalino. Ahora bien, dado que la mayoría de los peces tienen ubicados sus ojos a los costados del cuerpo, no parece posible que puedan tener una visión tridimensional adecuada. Más bien deben tener una visión estereoscópica, o profundidad visual, muy reducida. En la medida que los ojos se ubican más hacia el frente en algunas familias, aumenta su sentido de la profundidad.

En algunos peces, en especial los depredadores, existe una banda frontal de visión binocular en la banda periférica de la retina que es mucho menos sensitiva y por ende, esa visión binocular, debe resultar menos nítida. Esto se compensa con una gran sensibilidad visual a los objetos que contrastan con el fondo, tanto en lo que hace al color, luminosidad o movimiento. Este tipo de contrastes es percibido rápidamente a nivel de la retina.



La visión del pez

Por su parte, el pez tiene una particular manera de rastrear los objetos visualmente en su mundo acuático. A diferencia de los seres humanos, la mayoría de los peces tienen sus ojos a ambos lados de la cabeza, lo cual les ofrece un campo de visión mucho más amplio que el que manejamos nosotros.

Esta división del campo visual se traduce en que hay áreas de la visión de los peces en que se manejan con una visión monocular, otras en que ambos ojos permiten una visión binocular y por ende, tridimensional del espacio, y finalmente, un área ciega.

Tal como lo podrá corrobar alguno de los tantos buceadores de la zona, si nos internamos en el mismo ambiente de los peces, nos resultará complicado poder observar lo que sucede en la superficie o en los extremos laterales si mantenemos la cabeza en una posición relativamente normal para la posición del cuerpo: de frente y hacia abajo.

Ni hablar de poder mirar hacia atrás. Por eso nos resulta a veces sorprendente ver que un pez que avanza en una dirección particular, sorpresivamente se voltea y ataca con decisión algo que para nuestros parámetros, debería haber estado fuera de su campo de detección.

De la misma manera, nos sorprende la capacidad que tienen para reconocer hasta el más pequeño pez, o crustáceo que se encuentra cerca de la superficie y comerlo sin mayor esfuerzo.

Las áreas de observación monocular de los peces se encuentran en los lados, por lo que aún cuando no tengan la ventaja de procesar la imagen tridimensionalmente, lograrán detectar objetos y movimiento a sus costados con enorme facilidad. El área al frente y sobre sus cabezas será el que ofrece la mejor percepción visual para estos peces, al darles la ventaja de detectar objetos y movimiento con ambos ojos.


Si de visión binocular se trata, que mejor que la del lenguado, que al tener sus ojos del mismo lado, tiene gran parte de su visión binocular, dejando solamente un sector monocular en el borde.

En más ocasiones de las que queremos admitir, aún haciendo acercamientos dignos de un escuadrón de comandos, las corvinas que se encuentran comiendo en la orilla, o los lenguados en un pozón de orilla nos pueden ver fácilmente. Por ello, un acercamiento correcto se basa en evitar movimientos bruscos, tener cuidado cuando se comiencen los lanzamientos, y jamás correr o saltar.

Mejor estrategia es combinar el acercamiento con cautela, con la profundidad de los peces. Por un lado, los peces, mientas más profundo nadan, mejor percepción tienen de lo que ocurre afuera del agua. Por lo mismo, mientras más profundo se encuentran, estarán menos temerosos y por ende, menos dispuestos a arrancar ante la primera señal de amenaza.

Por el contrario, los peces que se encuentran cerca de la superficie apenas manejan una pequeña ventana de visión sobre ellos. Si bien, esto permite acercarnos con mayor tranquilidad y a menor distancia, esta condición también los pone en sobre-alerta. Aún con el ruido y dinámica de las olas, son capaces de detectar cualquier disturbio, ruido o movimiento extraño para después lanzarse rápidamente a sectores más profundos.


Bibliografía :

elacuarista.com\Biología de los peces
riosysenderos.com\pescando visualmente

jueves, 21 de febrero de 2008

LLUVIA DE PECES ???



Son puros cuentos pensé, cuando vi por televisión la noticia que habían llovido peces en Honduras, y no en tiempos bíblicos, sino ahora, todos los años y más encima, en la misma época del año.

Y a pesar que no le dí mucha importancia, al tiempo me metí a internet a ver si encontraba alguna información al respecto. Así fue como a poco navegar encontré alguna tímida información. Porque me imagino, nadie quiere ser tratado de loco.

Lo primero que encontré es que el fenómeno de la lluvia de peces es algo que se reporta desde que existe la escritura, pero normalmente se ha asociado con milagros de fe, o sencillamente se ha atribuido a mentes afiebradas.

Descartando pues aquella antigua información, me concentré en la más reciente y, oh sorpresa, me enteré que en la localidad de Yoro, en el centroamericano país de Honduras, se produce una lluvia de peces entre los meses de Mayo y Junio de cada año, desde hace ya más de un siglo.

A partir del año 1998, en dicha localidad se celebra pues (era que no) el Festival de la Lluvia de peces, para lo cual el poblado se prepara sagradamente.

Testigos de este fenómeno señalan que comienza con un oscurecimiento del cielo causado por nubes densas, seguido por relámpagos y truenos, vientos fuertes, y una lluvia copiosa que dura de 2 a 3 horas (comportamiento típico de las tormentas tropicales). Una vez que la lluvia ha parado, los pobladores encuentran cientos de peces esparcidos por el suelo, aún vivos. Los pobladores los recogen y transportan a sus casas para cocinarlos y comerlos posteriormente. Se ha reportado que incluso a veces los peces se han encontrado congelados y aptos para el consumo.

Por el momento no se poseen pruebas que puedan explicar científicamente este hecho. Algunos expertos creen que la lluvia de peces podría deberse a un fenómeno meteorológico. Y lo más probable es que así sea. La explicación más creíble lo vincula con las tormentas o con los tornados, que al pasar por alguna laguna, o por el mar, aspiran el contenido de ésta con todo lo que se encuentre cerca de la superficie, arrastrando así a los peces y a otras criaturas acuáticas, elevándolas por los aires hasta alturas en las que la temperatura bordea el congelamiento y después dejándolos caer en zonas alejadas.

No obstante, muchas personas achacan la aparición de los peces al milagro de un sacerdote católico español, el padre Manuel De Jesus Subirana, considerado por muchos como un santo. Subirana visitó Honduras entre 1856 y 1864. Al encontrar mucha gente pobre y hambrienta, oró durante tres días y tres noches pidiendo a Dios un milagro que ayudara a los pobres a conseguir alimento.

Como sea, es un fenómeno muy extraño, digno de los Expedientes Secretos X, y del cuál por ningún motivo debes burlarte.........

No vaya a ser cosa que te caiga un lenguado de 8 Kilos en el mate....